El diccionario define un hábito como algo que se hace a menudo, y por lo tanto, suele hacerse con facilidad; un acto que se adquiere y ahora es automático.

Adquirir nuevos y buenos hábitos no es algo fácil de hacer y muy difíciles en nuestras propias fuerzas. Se requiere de fuerza de voluntad, disciplina y constancia; Sin embargo, Pablo nos recuerda: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

UN HÁBITO SE ADQUIERE Y UN HÁBITO SE DESECHA

Muchos fenómenos observados científicamente demuestran que comúnmente para cambiar un hábito y adoptar otro, se requiere de un mínimo de 21 días”

Todos tenemos hábitos sean buenos o malos, sin embargo, para el cristiano toda su vida está siendo transformada por la renovación de su mente (Romanos 12:2). Lo que conlleva a dejar los malos hábitos y adquirir hábitos buenos, con el objetivo de comenzar a cultivar toda una nueva forma de pensar y por ende una nueva forma de vivir, de lo negativo a lo positivo. 

Las elecciones o decisiones que haces determinan el curso de tu vida.”

Muchos fenómenos observados científicamente demuestran que comúnmente para cambiar un hábito y adoptar otro se requiere de un mínimo de 21 días para que una imagen mental establecida desaparezca y “cuaje una nueva”; esto es el secreto para mejorar y transformar hábitos en la vida. 

Todos sabemos de malos hábitos que debemos cambiar y le hemos dado largas; hoy es el día de tomar buenas decisiones y cambiarlos por hábitos nuevos y buenos.

Siempre utilizo lápiz y papel para todos mis asuntos. Debes hacer un listado de tus metas y objetivos, a corto, medio y largo plazo. Anota específicamente qué es lo que quieres y léelo varias veces para que lo tengas bien claro. (Metas alcanzables). Si lo que quieres lograr es difícil pero muy importante para ti, tienes que esforzarte más.

Este es un listado de algunos hábitos muy generales, pero de seguro tu tienes en mente muchos más:

  1. Orar y meditar en la biblia por lo menos 15 minutos al día.
  2. Beber agua a diario 
  3. Hacer ejercicio como mínimo 30 minutos al día.
  4. Dormir ni más ni menos de 7 horas.
  5. No ver demasiada televisión.
  6. Dar gracias a Dios por todo, bueno o no tan bueno antes de dormir.
  7. Aprender siempre algo de cada persona o circunstancia.
  8. Poner nuestras prioridades en orden de acuerdo a lo que Dios dice. 
  9. Cambiar los malos hábitos de alimentación. 
  10. Leer más y mejores libros.
  11.  Aprender a escuchar antes de hablar.
  12. Reír todo lo que pueda.

Puede parecer obvio, fácil, pero no todos los podemos llevar a cabo. De hecho yo he intentado algunos que al día de hoy no he podido implementar a cabalidad. Estoy trabajando para conseguirlo y no dejaré de hacerlo hasta lograrlo.

Espero que no desistas en el intento y trabajes a diario en cada uno; se requiere constancia, disciplina y esfuerzo. !Puedes lograrlo¡

¡Hasta la próxima!