Es posible que si te pido que identifiques tus debilidades no sepas cuáles son, no es muy común que los seres humanos dediquemos tiempo a identificar nuestros rasgos negativos, lamentablemente. 

Las debilidades son puntos desprotegidos de nuestra personalidad que pueden convertirse en espacios por los que se cuelen contratiempos. Es decir, que se trata de características psicológicas y espirituales que nos llevan a auto-sabotearnos, a caer en dinámicas de comportamiento que nos perjudican a largo y medio plazo, solo por ceder ante determinados impulsos y deseos.

Las debilidades son puntos desprotegidos de nuestra personalidad.

Como aprendemos y hablamos continuamente en nuestros artículos, es responsabilidad de cada uno de nosotros buscar ser mejores personas, mejores seres humanos en una sociedad tan disfuncional y perdida en muchos aspectos. Es necesario concientizarnos que estos cambios no dependen ni de la iglesia, ni de su familia, ni del gobierno, ni siquiera de Dios; Esos cambios solo pasarán si usted y yo queremos, si lo convertimos en un propósito, en una meta, con o sin la ayuda de Dios, usted decide. ”Alzaré mis ojos a las montañas; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra.” salmo 121:1-2

La humanidad fue hecha con libertad, con voluntad propia para tomar decisiones, (Libre albedrío); es decir somos responsables de nuestros actos. ¡Tanto usted y yo, como los que nos rodean, necesitan una mejor versión de usted y de mi!

¡Tanto usted y yo, como los que nos rodean, necesitan una mejor versión de usted y de mi.

narda

Continuemos descubriendo otras diez debilidades que no son peor ni mejor que las anteriores, son igualmente perjudiciales para el ser humano, pues dañan relaciones, familias y toda una sociedad.

11 Individualismo. Es la tendencia a ejecutar las acciones que se consideran correctas, sin tomar en cuenta la opinión de otros. ¿Qué hacer? Cuando reconocemos que formamos parte de un equipo y que el resto de las personas también cuenta, estamos dando un primer paso para superar el individualismo.

12 Inseguridad. La inseguridad es una debilidad asociada a la falta de confianza en sí mismo y en los demás. Es la sensación de ser vulnerable ante las circunstancias, por lo tanto nos resta poder de decisión y de acción ante lo que sucede. ¿Qué hacer? Cultivar la confianza, reconociendo que estamos preparados para los diversos retos de la vida, puede ayudarnos a superar la inseguridad.

13 Dependencia. La dependencia puede expresarse como la incapacidad para tomar decisiones y manejar la propia vida de forma autónoma. ¿Qué hacer? Tener claras nuestras tareas y hacer el mejor esfuerzo para ser proactivos, son formas simples de mejorar la dependencia en el trabajo.

14 Desorden. El desorden es una debilidad personal de quienes no pueden gestionar sus recursos tangibles (como el dinero) o intangibles (como el tiempo). ¿Qué hacer? Establecer prioridades cotidianas, clasificar y organizar un espacio pequeño son algunas formas de comenzar a implementar el orden en nuestra vida.

15 Falta de modales. Los modales son normas de comportamiento que expresan la educación y cultura de quien los ejecuta. ¿Qué hacer? Tener la disposición para aprender y poner en práctica buenos modales nos puede conectar con muchas posibilidades.

16 Irrespeto. La falta de respeto es la falta de voluntad para acatar las normas, por lo tanto es uno de los rasgos negativos que más atenta contra la convivencia social. El irrespeto puede expresarse como falta de consideración hacia otras personas, ignorar a las autoridades, líderes, compañeros e instituciones, pasar por alto compromisos o acuerdos previos, etc. ¿Qué hacer? Cuando entendemos que no vivimos aislados y que todo entorno tiene sus normas estamos reconociendo que somos capaces de cultivar el respeto.

17 Deshonestidad. La deshonestidad es una debilidad personal asociada a la falta de honradez. La persona deshonesta no es capaz de actuar de forma transparente, por lo que suele recurrir a la mentira y la trampa para lograr sus objetivos. ¿Qué hacer? Una forma sencilla de comenzar a trabajar en superar esta debilidad es pensar en todas las consecuencias morales e incluso legales que nos puede traer. 

18 Ira. La ira es una expresión física de la violencia. La persona iracunda puede gritar, ofender, irrespetar e incluso, agredir físicamente a otros. La ira es una de las debilidades personales más graves que existe ya que atenta contra la integridad de bienes y personas, lo cual altera severamente la convivencia social. ¿Qué hacer? Cultivar la serenidad y buscar ayuda profesional, en caso de no poder manejarla. Son formas en las que podemos proteger nuestra integridad y la de quienes nos rodean.

19 Avaricia. Es una debilidad caracterizada por el afán de acumular riquezas. La persona avara es capaz de hacer cualquier cosa para obtener más de aquello que quiere acumular, por lo que podría actuar con deshonestidad, irrespeto o soberbia con tal de alcanzar sus objetivos.  ¿Qué hacer? Cuando entendemos que acaparar sin compartir solo trae aislamiento y soledad, entendemos que tal vez no es necesario acumularlo todo.

20 Cobardía. La cobardía es la falta de valor para hacerle frente a los retos de la vida. Por lo general, una persona cobarde es también insegura, ya que duda de sus propias capacidades para resolver una situación. Una persona cobarde puede evitar asumir una responsabilidad e incluso, puede culpar a otros de sus errores por temor a enfrentar la realidad. ¿Qué hacer? Es normal sentir temor, pero tenemos que comenzar a prepararnos y trabajar en nosotros mismos para evitar paralizarnos ante los retos.

Hemos estado hablando de trabajar en superar nuestras debilidades y llegar a ser ejemplo de vida. Pero la pregunta que se deben estar haciendo es… ¿SE PUEDE? !Claro que sí se puede! muchos lo lograron y sigue pasando; Pedro, quien negó al Señor no una vez, ni dos, sino tres veces y a quien luego el Señor Jesucristo le brindó su ayuda, le dio la oportunidad de corregir y superar sus debilidades; se dispuso de corazón y hoy sabemos quién fue el apóstol Pedro. 

Claro que se puede cambiar, la pregunta correcta es si usted y yo queremos hacerlo. 

Narda

Continuaremos: