Comencemos definiendo qué es la Firmeza: Se define como algo o alguien que es estable,  que no se mueve, que tiene unos cimientos.  También se define a la persona con voluntad inquebrantable y constante en la realización de algo.

Se designa con el término de construcción a aquel proceso que supone el armado de cualquier cosa, desde cosas consideradas más básicas como es una casa, un edificio, un puente, etc. Pero además, se refiere a una persona que construye su vida; su familia, su hogar, sus hijos, en fin, es algo en formación, que puede ser tan grande y fuerte como cada uno lo desee y ejecute.

Recordemos este relato que muchos conocemos y otros lo han escuchado alguna vez. Se trata de dos clases de hombres: Un hombre sabio, esforzado y prudente y el otro necio, mediocre e imprudente. 

El sabio decide construir su casa sobre terreno firme y resistente; bases y cimientos fuertes. Se dio a la tarea de estudiar y conocer el terreno, buscar los materiales apropiados, analizar los tiempos cambiantes del clima, viendo que habían temporadas de fuertes vientos y grandes lluvias que golpearían la construcción sin piedad.

Construcción que claramente requiere de más trabajo y conlleva un gran esfuerzo, pero que vale la pena, pues es el sitio donde estará a salvo él y su familia

El hombre necio por el contrario, decide hacer una construcción rápida, liviana, sin invertir mucho tiempo ni dinero. No le dio importancia a la profundidad de los cimientos ni lo resistente de las bases. Usando materiales baratos que solo tenían buena apariencia, evitando trabajo y esfuerzo. Nunca reparó en lo que podía pasar, cuando llegaran los fuertes vientos y las grandes lluvias que golpearían la construcción con ímpetu, trayendo destrucción y ruina para él y su familia. Mateo 7:24 al 27

El hombre necio no le dio importancia a la profundidad de los cimientos ni lo resistente de las bases.

El necio nunca reparó en lo que podía pasar, trayendo destrucción y ruina para él y su familia.

Tristemente muchas personas construyen sus vidas como necios, con apariencia, buscando solo belleza exterior, física o material, ostentando de su dinero, estudios, conocimiento o simplemente buscando ser vistos y elogiados. Algunos solo quieren fama y reconocimiento, mostrando algo que realmente no son; usando inapropiadamente los medios y herramientas que tienen a la mano, para este fin. Lamentablemente son personas que no han sabido cómo construir al interior de sus vidas; personas sin principios, sin moral, sin profundidad en su interior; quienes no saben cómo pasar de lo negativo a lo positivo.

Quienes estamos construyendo sobre la Roca, aunque no es fácil ni rápido como quisiéramos, les garantizo que es seguro; estamos edificando sobre cimientos firmes, duraderos, fuertes y eternos. Buscando reafirmar nuestros principios, fortaleciendo nuestro carácter y buscando ser personas sólidas, resilientes, pero además flexibles; Y en el momento de las pruebas, las luchas y las fuertes tormentas de la vida, (porque vendrán), la Roca, el cimiento, en el que edificamos nos sostendrá y no dejará que las circunstancias nos derriben.

“El Señor es mi Roca, y mi fortaleza y mi libertador; mi Dios, en Él confiaré; mi escudo y el poder de mi salvación, mi fortaleza y mi alto refugio. Salvador mío, me libras de violencia”.

Quienes estamos construyendo sobre la Roca, aunque no es fácil ni rápido como quisiéramos, les garantizo que es seguro;

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Hay muchas formas de edificar nuestra vida: con esfuerzos y recursos propios, con la ayuda de otras personas que, posiblemente no han podido edificar ni la suya propia, con “ayudas” y recursos espiritualmente errados, que no edifican sino destruyen. O podemos  decidirnos por Jesucristo, quien es la Roca, y quien nos permite edificar sobre Él nuestra valiosa vida y poder estar realmente seguros.

Mi querido lector, edificar en y con Jesucristo requiere solo de una cosa, un acto de humildad. Si estamos dispuestos a recibir Su ayuda encontraremos: consejo, dirección, sabiduría, conocimiento, entendimiento y todo lo necesario para edificar no solo una casa, una familia, una relación, unos hijos; también construir dentro de nosotros principios sólidos como el respeto, la fidelidad, la honestidad, la lealtad y todo lo que necesitamos para tener una vida estable y segura, que sin importar los tiempos que puedan llegar, estemos firmes y seguros.